El podcast de MintPress, “The Watchdog”, presentado por el artista de hip hop británico-iraquí Lowkey, examina de cerca las organizaciones que es de interés público conocer, incluidos grupos de inteligencia, lobby y grupos de intereses especiales que influyen en políticas que infringen la libertad de expresión y apuntan a disentimiento. “The Watchdog” va contra la corriente al arrojar luz sobre historias en gran medida ignoradas por los principales medios corporativos.
El 11 de septiembre es una fecha que vivirá en la infamia. Pero para gran parte del mundo, el 11 de septiembre evoca imágenes de otro ataque mortal contra la libertad y la libertad. Hoy hace exactamente 50 años, el presidente socialista de Chile elegido democráticamente, Salvador Allende, fue derrocado en un golpe militar de extrema derecha encabezado por el general Augusto Pinochet. El éxito del golpe provocó una ola de tomas de poder fascistas en toda la región, lo que llevó a décadas de oscuridad en América Latina.
Hoy, el presentador de “Watchdog”, Lowkey, habla con dos invitados que conocen la historia del “Primer 11 de septiembre” mejor que casi nadie. Roberto Navarette era un estudiante de medicina de 17 años en el momento del golpe y fue encarcelado –como decenas de miles de sus compatriotas– en estadios al aire libre. Sobrevivió a las torturas y disparos del régimen y finalmente escapó y se instaló en el Reino Unido.
Irónicamente, el gobierno del Reino Unido había estado trabajando muy duro para asegurar la caída de Allende y más tarde para mantener a Pinochet en el poder, como lo ha revelado el trabajo de John McEvoy. Basándose en documentos obtenidos bajo las leyes de Libertad de Información, McEvoy ha demostrado cómo el MI6 del Reino Unido había estado entrenando a policías y militares latinoamericanos en tácticas de tortura y otras formas de reprimir la disidencia interna. Gran Bretaña había tenido durante mucho tiempo fuertes intereses económicos en la región, considerándola una parte no oficial de su imperio. McEvoy es un académico, historiador y periodista especializado en descubrir la relación de Gran Bretaña con América Latina. Actualmente está produciendo un documental: “ Gran Bretaña y el otro 11 de septiembre ”, sobre la campaña encubierta del gobierno del Reino Unido contra Allende y su posterior apoyo a Pinochet. Hoy, Lowkey habla con Navarette y McEvoy sobre el golpe y su legado en el mundo. Allende fue una amenaza particular para el establishment en Washington y Londres. No simplemente porque era un jefe de Estado marxista, sino porque fue elegido democráticamente y creía en llegar al poder por medios totalmente legales. Esto, para Navarette, aterrorizó a muchos en Occidente, ya que socavó por completo sus afirmaciones de que el socialismo era una ideología antidemocrática. Como le dijo a Lowkey hoy:
Salvador Allende estaba convencido de que podía desarrollar un movimiento para transformar la sociedad dentro del ámbito de la democracia parlamentaria o presidencial. No era un político de izquierda convencional porque combinaba los anhelos de un cambio revolucionario con [métodos pacíficos]”.
El golpe de 1973 resonó en todo el mundo. No sólo se convirtió en el modelo para futuras operaciones respaldadas por Estados Unidos en América Latina, sino que Chile se convirtió en un laboratorio para la economía neoliberal. El país se vio inundado de economistas de la Universidad de Chicago, que prometieron transformarlo en una utopía moderna. En cambio, la nación quedó arruinada, con crisis económicas y una devastación total para los ciudadanos chilenos comunes y corrientes. Sin embargo, los ricos, junto con las corporaciones extranjeras, se comportaron como bandidos, y el neoliberalismo comenzó a adoptarse en masa en todo el mundo, lo que condujo a la rampante desigualdad que azota al planeta hoy. Si bien su régimen torturó a decenas de miles de personas, Pinochet nunca enfrentó ningún tipo de justicia real, en parte porque estaba protegido por el Reino Unido. Mire la entrevista completa en exclusiva hoy. Lowkey es un artista de hip-hop, académico y activista político británico-iraquí. Como músico, ha colaborado con Arctic Monkeys, Wretch 32, Immortal Technique y Akala. Es patrocinador de la Coalición Stop The War, la Campaña de Solidaridad Palestina, la Red de Justicia Racial y el Proyecto Paz y Justicia, fundado por Jeremy Corbyn. Ha hablado y actuado en plataformas desde Oxford Union hasta el Royal Albert Hall y Glastonbury. Su último álbum, Soundtrack To The Struggle 2, contó con la participación de Noam Chomsky y Frankie Boyle y ha sido reproducido millones de veces.