Las políticas impulsadas por el FMI provocan protestas mortales en Kenia

Las protestas en Kenia se vuelven mortales: 23 muertos en enfrentamientos por aumentos de impuestos. La influencia del FMI en el presupuesto de Nairobi enciende la furia pública y una violenta represión policial.

Al menos 23 manifestantes kenianos murieron el martes después de que cientos irrumpieran en el parlamento de la nación en respuesta a una propuesta de ley de aumento de impuestos, que amenaza con profundizar la crisis del costo de vida del país. La presión del FMI sobre Nairobi para que equilibre su presupuesto es fundamental para la cuestión. Videos de cuerpos esparcidos sobre el concreto y manifestantes irrumpiendo en el parlamento se volvieron virales en las redes sociales. Esto sigue a las protestas de la semana anterior que paralizaron a la nación . Ahora se ve al presidente William Ruto, elegido para abordar la crisis del costo de vida, intentando combatir la disidencia con la fuerza, sin haber logrado mejorar las condiciones .

La Comisión de Derechos Humanos de Kenia informó que el Grupo de Trabajo para la Reforma Policial (PRWG) registró 23 muertes por tiroteos policiales, junto con al menos 50 arrestos, 22 secuestros y más de 300 heridos entre los manifestantes. El controvertido proyecto de ley en Kenia busca imponer nuevos impuestos a la creación de contenido digital monetizado, un aumento de impuestos del 5% sobre los pagos digitales, un IVA del 16% sobre el pan y un impuesto especial del 25% sobre el aceite de cocina vegetal producido en el país. A pesar de que el presidente Ruto se retractó públicamente de firmar el proyecto de ley, las tensiones siguen siendo altas. Los medios occidentales se centran en las protestas y la respuesta policial, pero se presta poca atención al papel del FMI al presionar al presidente Ruto para que implemente estas políticas fiscales para pagar la deuda crediticia. Desde su elección en 2022, Ruto ha impulsado numerosos proyectos de ley de aumento de impuestos, lo que ha complacido al FMI y a los inversores internacionales, pero ha enfurecido a su pueblo.

Los manifestantes han exhibido carteles de oposición al FMI, instando al gobierno a no permitir que el país se convierta en una "rata de laboratorio". El proyecto de ley pretende recaudar 2.300 millones de dólares adicionales en impuestos para reducir la deuda nacional , que representa el 68% del PIB, muy por encima del 55% recomendado por el Banco Mundial y el FMI. Alrededor del 37% de los pagos anuales de Kenia se destinan a préstamos con intereses que son casi imposibles de pagar. En 2021, los kenianos protestaron y solicitaron al FMI que cancelara un paquete de financiación a tres años por valor de 2.340 millones de dólares, alegando preocupaciones por la mala gestión de las autoridades. Los préstamos estaban destinados a ayudar en la respuesta de Kenia al COVID-19 y reducir las vulnerabilidades de la deuda. Sin embargo, la nación se ha hundido aún más en una insoportable crisis de costo de vida. Si bien el Departamento de Estado de Estados Unidos ha condenado públicamente la violencia contra los manifestantes, en los últimos años se ha acercado más al gobierno de Kenia. Un día antes de disparar contra los manifestantes, el gobierno de Estados Unidos emitió un "Memorando sobre la designación de Kenia como principal aliado no perteneciente a la OTAN". Esta medida tiene como objetivo llevar a Kenia a la esfera de influencia de Estados Unidos para contrarrestar la creciente presencia de China y Rusia en África, utilizando acuerdos de armas, ayuda exterior y préstamos.

Kenia lidera ahora una misión policial multinacional respaldada por Estados Unidos en Haití para combatir a las pandillas locales a pedido del gobierno haitiano. Sin embargo, algunas pandillas han obtenido apoyo local para mantener el orden, lo que ha provocado que la misión sea vista como una intervención extranjera, lo que podría provocar más violencia. Las luchas económicas de Kenia se remontan a la conferencia de Bretton Woods de 1944, que condujo a la creación de instituciones como el Banco Mundial y el FMI. En la década de 1980, las naciones africanas comenzaron a solicitar préstamos a estas instituciones, que a menudo resultaron imposibles de reembolsar. Esto colocó a muchas naciones, incluida Kenia, a merced del FMI, permitiéndole impulsar sus agendas políticas, económicas y sociales. La Cumbre Financiera Mundial de 2023 continúa esta tendencia , con el objetivo de imponer nuevas realidades económicas en África y el Sur Global. Foto destacada | Los manifestantes corearon consignas contra el FMI mientras portaban pancartas durante una manifestación en Nakuru Central Business. James Wakibia | AP Robert Inlakesh es analista político, periodista y documentalista radicado en Londres, Reino Unido. Ha informado y vivido en los territorios palestinos ocupados y presenta el programa 'Palestine Files'. Director de 'El robo del siglo: la catástrofe palestino-israelí de Trump'. Síguelo en Twitter @falasteen47