As the Religious Zionist Party forms part of Israel’s new government, fears arise of tensions over the Al-Aqsa Mosque compound leading to a new regional escalation. Israeli settler provocations at Jerusalem’s holy sites have a long history of causing civil unrest that runs counter to Washington’s foreign policy goals, which is why U.S.-based
Extremistas israelíes financiados por organizaciones sin fines de lucro estadounidenses representan una amenaza inmediata para la mezquita de Al-Aqsa y la estabilidad regional
Las recientes elecciones israelíes han aumentado considerablemente la influencia de los grupos israelíes de extrema derecha que planean destruir la Mezquita Al-Aqsa y reemplazarla con un Tercer Templo, con el riesgo de desencadenar una guerra regional. Estos grupos están financiados por organizaciones sin fines de lucro estadounidenses exentas de impuestos. Mientras tanto, las vidas de los palestinos están en peligro.