Mientras que el presidente Donald Trump ha detenido la ayuda militar a Ucrania como parte de una ola de recortes de gastos con motivaciones políticas, su administración ha redoblado las ayudas financiadas por los contribuyentes a Israel. El cambio se produce en un momento en que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, amenaza con intensificar su actual conflicto en múltiples frentes, uno que corre el riesgo de enredar a Estados Unidos. Netanyahu fue recibido en la Casa Blanca como invitado de honor a principios de febrero, donde Trump no solo reafirmó el compromiso de su administración de servir fielmente a los intereses israelíes, sino que hizo una demostración de deferencia, retirando la silla del líder israelí cuando tomó asiento. El ucraniano Volodymyr Zelensky recibió un trato mucho menos complaciente durante su visita a la Casa Blanca el 28 de febrero. Tanto Trump como el vicepresidente JD Vance humillaron públicamente al líder ucraniano, lo que indica un marcado cambio en las prioridades políticas de Washington. El lunes, la administración Trump anunció que detendría la ayuda militar a Kiev, una decisión que siguió al acalorado intercambio público entre Trump y Zelensky. Mientras tanto, con mucho menos escrutinio de los medios, el secretario de Estado Marco Rubio firmó discretamente un paquete de ayuda militar de 4.000 millones de dólares financiado por los contribuyentes para Israel, eludiendo al Congreso para acelerar la transferencia. En menos de dos meses, Trump ha dado luz verde a 12.000 millones de dólares en envíos de armas a Israel, incluidas 35.000 bombas de 2.000 libras, municiones que anteriormente habían sido retenidas bajo la administración Biden debido a su uso en víctimas civiles masivas en Gaza. El secretario de Defensa, Pete Hegseth, confirmó que la administración aprobó municiones adicionales "que anteriormente no se habían suministrado" a Israel. El aumento de las transferencias de armas estadounidenses se produce mientras Netanyahu sigue desafiando la segunda fase del acuerdo de alto el fuego de Gaza firmado en enero, lo que aumenta la perspectiva de nuevas hostilidades. En una medida que viola abiertamente el derecho internacional humanitario, Tel Aviv ha declarado ahora su intención de imponer una vez más un bloqueo total a la ayuda humanitaria que entra en Gaza.
Los medios israelíes reconocen a la multimillonaria agente del gobierno israelí Miriam Adelson como una "Rothschild moderna" que usa su vasta fortuna para dictar la política de Trump en Gaza, donde ahora apoya el bloqueo de Israel a la ayuda humanitaria en una abrogación criminal de los términos del alto el fuego. pic.twitter.com/orwoNAVQ9X
— Max Blumenthal (@MaxBlumenthal) 4 de marzo de 2025
En un discurso ante la Knesset a principios de esta semana, Netanyahu declaró que sus fuerzas armadas se estaban preparando “para las próximas etapas” de lo que llamó una “guerra de siete frentes”. Prometiendo una acción militar inquebrantable, prometió : “No nos detendremos hasta lograr la victoria total: devolver a todos nuestros rehenes, destruir el poder militar y de gobierno de Hamás y asegurar que Gaza ya no sea una amenaza para Israel”. Si bien Trump ha enfatizado la necesidad de un alto el fuego en Ucrania, advirtiendo que Zelensky está “apostando con la Tercera Guerra Mundial”, se informa que Israel está sopesando posibles ataques a las instalaciones nucleares iraníes. Aunque Teherán no posee armas nucleares, se cree que Israel tiene entre 90 y 300 ojivas. Después de los repetidos ataques israelíes en suelo iraní el año pasado, algunos responsables políticos iraníes han insinuado que reconsiderarán su postura contra el desarrollo de un elemento de disuasión nuclear. A medida que Israel expande su ocupación de territorio palestino, libanés y sirio, Washington corre el riesgo de verse arrastrado a una conflagración regional cada vez mayor. En una demostración de fuerza, Estados Unidos recientemente hizo volar por primera vez bombarderos B-52 con capacidad nuclear sobre Gaza, y Trump advirtió que podría desatarse allí “el infierno”. En respuesta, AnsarAllah de Yemen ha amenazado con volver a entrar en la lucha junto a Hamás y otras facciones palestinas si Israel reanuda su ofensiva. Mientras tanto, Estados Unidos ha redesplegado su portaaviones USS Harry S. Truman a la zona de responsabilidad del Comando Central, con más bombarderos B-52 llegando a la región y Washington adoptando una postura contra Irán en nombre de Israel, aumentan las preocupaciones sobre la posibilidad de otra costosa guerra en Oriente Medio. Mientras Washington acelera los envíos de armas a Israel mientras reduce el apoyo a Ucrania, el cálculo estratégico de la política exterior estadounidense está cada vez más impulsado por Tel Aviv. Con Netanyahu preparándose abiertamente para una guerra en múltiples frentes y las tensiones regionales en aumento, la Casa Blanca ahora se encuentra en una encrucijada: frenar a su aliado más cercano en Oriente Medio o verse arrastrada a otro conflicto devastador y costoso. Foto destacada | Captura de pantalla | Robert Inlakesh es analista político, periodista y documentalista y actualmente reside en Londres, Reino Unido. Ha informado desde los territorios palestinos ocupados y ha vivido allí. Presenta el programa 'Palestine Files'. Es director de 'Steal of the Century: Trump's Palestine-Israel Catastrophe'. Síguelo en Twitter @falasteen47